La historia comienza cuando Joe contrata al adolescente Gary Jones y a su padre alcohólico como parte de su equipo de “envenenadores de árboles” para una empresa maderera. Joe puede ser bastante imprudente con su furgoneta, su pit bull y, especialmente, con las mujeres. Sin embargo, ve algo especial en Gary: una determinación, una cruda honestidad y una capacidad de adaptación en las cuales le resultaba difícil volver a creer. Gary no ha tenido nada en la vida (no ha ido ni un solo día al colegio) y, aún así, hay algo que le impulsa a cuidar de su familia, a mantener a salvo a su hermana cuando su padre se vuelve un monstruo, a aferrarse a la esperanza de un futuro mejor. Joe y Gary crean un extraño vínculo que los cambiará para siempre. Cada vez que Gary se enfrenta a una amenaza mayor de la que puede manejar, recurre a Joe, dando lugar a una reacción en cadena que les conduce a lo inevitable, a la vez que muestra al espectador la belleza de un último intento de redención.